Captura de la Santa Dorotea. Thomas Whitcombe. National Maritime Museum |
Por este tiempo, San Martín había llegado a los diecisiete años, edad en que la conciencia empieza a formarse, y el hombre a ser responsable de sus acciones y pensamientos. Faltan documentos para estimar su estado moral en ese momento crítico, en que las nuevas ideas de la revolución francesa cundían en España, iluminando las almas con súbitos resplandores. De estas influencias participó Belgrano, que se hallaba por el mismo tiempo en el Península, y debemos creer que San Martín no fue insensible a ellas; pero prudente y reservado desde muy temprano, pasaran todavía algunos años antes de revelarnos su secreto. Mientras tanto, embarcado el «Murcia» a bordo de la escuadra española del Mediterráneo, se halló presente al ignominioso a la vez que parcialmente glorioso combate naval del cabo de San Vicente (1797), que los españoles por pudor han denominado simplemente «del 14 de febrero». En él se ensayó Nelson presagiando Trafalgar. La Inglaterra, al descubrir los últimos restos del poder marítimo de la España, preparaba el advenimiento de la próxima revolución americana; y el que debía hacerla triunfar en el futuro, combatía entonces entre marineros y soldados contra la nación que había de ser la que reconociese más tarde a la faz del mundo a despecho de los reyes coaligados.
(Captura de la Santa Dorotea) Robert Dodd National Maritime Museum de Greenwich |
Combate del navío Lyon y la fragata Santa Dorotea. Oleo sobre tela de E. Biggeri. |
- Oficio del Inspector de la Armada, don Francisco de Borja, en Cartagena, de 24 de agosto, y «Real orden» de 24 de septiembre de 1798, (M. S.)
- San Martín repetía con frecuencia que la vocación de su juventud había sido la marina y la pintura. En 1813 decía, que podía ganar su vida pintando paisajes de abanico.